Apego y relaciones: cómo tu infancia influye en la elección de pareja y amistades
- Afouteza Coaching

- 26 ago
- 4 Min. de lectura

¿Sientes que en tus relaciones de pareja o amistades repites siempre los mismos patrones? Tal vez te cuesta confiar, eliges personas que no te valoran o dependes demasiado de los demás para sentirte bien. Aunque pueda parecer casualidad, la psicología explica que gran parte de estas dinámicas tienen un origen común: el apego que desarrollamos en la infancia.
Comprender cómo se forma el apego y de qué manera influye en la elección de nuestras relaciones nos da la oportunidad de romper círculos dañinos y crear vínculos más conscientes.
¿Qué es el apego y por qué es clave en nuestras relaciones?
El apego es el lazo emocional que se establece en la infancia con las figuras de cuidado (padres, madres, abuelos, etc.). Este primer vínculo enseña al niño si el mundo es un lugar seguro, si puede confiar en los demás y si sus necesidades emocionales serán atendidas.
Lo que ocurre en esos primeros años no se queda en la niñez: se convierte en un modelo interno que influye en la forma en que elegimos pareja y amistades en la adultez.
Si de pequeños aprendimos que éramos escuchados y queridos, buscaremos relaciones seguras y equilibradas.
Si vivimos inseguridad, distancia o rechazo, es más probable que repitamos esas sensaciones en nuestras elecciones adultas.
Así, el apego actúa como un “mapa relacional”: nos orienta hacia lo familiar, aunque no siempre sea lo más sano.
Estilos de apego y su influencia en pareja y amistad
Existen cuatro estilos principales de apego. Cada uno de ellos genera tendencias distintas en la forma de elegir pareja y amistades.
1. Apego seguro: la base de relaciones sanas
Infancia: cuidadores presentes, afectuosos y coherentes. El niño aprende que puede confiar.
En la pareja: de adultos, buscan vínculos basados en la confianza y la comunicación. Pueden compartir intimidad sin perder su independencia. No buscan “media naranja” porque se sienten completos.
En la amistad: disfrutan de relaciones estables, saben poner límites y cultivar vínculos duraderos. Escogen amistades que aportan apoyo mutuo y confianza.
Cómo eligen: tanto en pareja como en amistad, se rodean de personas que refuercen esa sensación de equilibrio.
2. Apego evitativo: miedo a la intimidad
Infancia: cuidadores fríos, poco disponibles o que rechazaban la expresión emocional.
En la pareja: suelen huir de compromisos profundos, se sienten incómodos con la cercanía y tienden a mantener relaciones superficiales o inestables. Pueden elegir parejas igualmente distantes para evitar el contacto emocional.
En la amistad: buscan relaciones más funcionales que íntimas; tienden a rodearse de amigos con quienes no haya demasiada implicación emocional.
Cómo eligen: se sienten atraídos por vínculos donde no se exige demasiada cercanía. Su “elección” protege del dolor, pero a la vez limita la profundidad de sus relaciones.
3. Apego ansioso o ambivalente: miedo al abandono
Infancia: cuidadores impredecibles: a veces atentos, a veces ausentes. Esto genera inseguridad.
En la pareja: de adultos, eligen parejas de las que dependen excesivamente. Buscan confirmación constante, tienen miedo a ser abandonados y suelen vivir la relación con ansiedad y celos.
En la amistad: tienden a necesitar mucha atención de sus amigos, pueden sentirse heridos fácilmente si no reciben respuesta inmediata y suelen temer quedarse fuera del grupo.
Cómo eligen: sus relaciones reflejan su miedo: se acercan mucho por temor a perder al otro, y a menudo eligen personas poco disponibles, repitiendo así la inseguridad de la infancia.
4. Apego desorganizado: vínculos caóticos
Infancia: experiencias traumáticas, negligencia o incluso maltrato. El niño siente miedo y desconfianza.
En la pareja: de adultos, pueden buscar relaciones intensas pero conflictivas, a veces con dinámicas de maltrato o abuso, porque la cercanía y el miedo conviven en su modelo interno.
En la amistad: pueden vivir relaciones muy inestables, alternando entre el deseo de confiar y el temor a ser dañados. Sus elecciones suelen estar marcadas por la desconfianza y la contradicción.
Cómo eligen: se sienten atraídos por lo que reproduce el caos que conocieron en la infancia, aunque les genere sufrimiento.
¿Estamos condenados a repetir siempre lo mismo?
Aunque nuestro estilo de apego influye de forma poderosa, no es un destino cerrado. Lo que aprendimos en la infancia puede cambiar.
El primer paso es tomar conciencia: reconocer si nuestras elecciones en pareja y amistad responden a patrones antiguos. El segundo es atreverse a transformarlos, y aquí la psicoterapia y el coaching se convierten en herramientas fundamentales.
Cómo puede ayudarte la terapia centrada en la persona y el coaching
La terapia centrada en la persona ofrece un espacio de confianza, respeto y empatía donde explorar tu historia emocional y comprender cómo influye en tus relaciones actuales. No se trata de etiquetar, sino de ayudarte a encontrar tus propios recursos para crecer.
Es importante que favorezcas tu autoconocimiento para que:
Descubras qué estilo de apego condiciona tus vínculos.
Aprendas a diferenciar entre lo que te resulta familiar y lo que realmente te hace bien.
Fortalezcas tu autoestima para no depender del reconocimiento externo.
Elijas amistades y parejas que te aporten equilibrio, respeto y bienestar.
Aprendas a poner límites sanos y comunicar tus necesidades.
La terapia centrada en la persona - counselling- y el coaching te acompañan en este proceso guiándote hacia objetivos concretos: mejorar tus relaciones actuales, atreverte a elegir distinto y construir vínculos más conscientes.
Da un paso hacia relaciones más conscientes
Si repites los mismos patrones en tus amistades o en tu pareja, no es casualidad: es el reflejo de un estilo de apego que se formó en tu infancia. Pero no estás condenado a seguir igual. Aprende a reconocer esos patrones y a transformarlos.
En nuestro centro en Ourense (y también online) te acompañamos desde la terapia centrada en la persona y el coaching para que tus relaciones sean un espacio de apoyo, confianza y crecimiento.






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